Esta pelea la estamos perdiendo
Hay un subregistro de las personas contagiadas y fallecidas por coronavirus en Colombia y estamos actuando solamente sobre los casos conocidos antes de la cuarentena que enfrenta el país.
Hay un informe confidencial que el Ministerio de Salud y el alto Gobierno mantienen en reserva, entre otras razones porque no conocen la magnitud de las cifras de contagio por falta de pruebas y porque no se han podido tabular las que se han hecho.
La pandemia nos acosa, el gobierno lo sabe, pero enfrenta el dilema de no tener medido el problema. No se sabe si es por evitar el pánico colectivo, pero esta alarmante situación se mantiene silenciada.
Las proyecciones de las cifras que han hecho los expertos y el mismo Ministerio de Salud tienen en alerta al alto gobierno y en la ignorancia a las autoridades locales y a los ciudadanos, muchos de los cuales se resisten a cumplir el aislamiento.
El gobierno se debate en este momento entre el conocimiento de las alarmantes cifras de subregistro, que ha impedido ver la magnitud del contagio por Civd-19 y su impacto en la salud y vida de los colombianos, y la presión de los grupos económicos que abogan por la reactivación de la economía.
No es gratuito que el presidente de la República Iván Duque venga hablando en distintos momentos de una cuarentena inteligente, que busca permitir que personas de ciertos sectores salgan a la calle a reactivar sus labores. Eso es debido a la presión por reactivar la economía.
Sin dar cifras, el presidente de la República Iván Duque extendió la cuarentena obligatoria hasta el 27 de abril, precisamente porque las proyecciones internas han mostrado que el subregistro más alto de lo que las cifras oficiales están diciendo y eso cambia totalmente el mapa del contagio y las posibles muertes.
Es desbordada la indisciplina, la ignorancia: ¿de qué estamos hechos, ¿qué es lo que no entendemos para poder quedarnos en la casa y así poder detener esta pandemia que nos acosa?
En el alto gobierno se conoce el informe que revela las proyecciones de contagios y muertes, pero no ha querido, y es entendible, divulgar a la opinión pública la verdadera realidad que estamos viviendo para no generar una situación de pánico colectivo.
La verdad es que se registran enfermos, muertes, pero no han podido tabular adecuadamente las cifras por la falta de preparación para a crisis. Los laboratorios están desbordados.
El título de esta nota es orientador de lo que nos está pasando: esta pelea la estamos perdiendo, sencillamente porque no estamos actuando sobre la verdad de las cifras sino sobre unos datos atrasados. Los contagiados no son todos los que están ni los muertos son todos los que dicen que son.
E-DIARIO