Estilo de Vida

Impacto tóxico de los vapeadores para la salud

Los vapores del cigarrillo electrónico se están tomando los espacios libres de humo que el mundo rescató del cigarrillo tradicional, en la medida en que el vapeo se ha convertido en una moda que tiene enganchadas a millones de personas, especialmente a las más jóvenes.

Esta práctica representa un peligro creciente para los vapeadores y para quienes se exponen a estos aerosoles ajenos como lo viene advirtiendo la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, cada vez más, dispone de nuevos estudios a nivel mundial que evidencian el impacto tóxico de los vapores de estos artefactos para la salud.

Los cigarrillos electrónicos, vapeadores o vaporizadores son dispositivos alimentados por baterías que las personas usan para calentar líquidos y obtener un vapor que se puede inhalar, de acuerdo con la definición del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos.

Estos cigarrillos están conformados por una boquilla (por la cual se inhala), un cartucho (que contiene una solución líquida con diferentes cantidades de nicotina, saborizantes y otras sustancias químicas), un elemento calentador (el vaporizador) y una fuente de energía (generalmente una pila o batería).

El problema está en la sustancia líquida que se calienta para convertirla en el vapor que inhalan los vapeadores y quienes estén cerca de ellos. En una de sus publicaciones más recientes, la OMS advirtió que “las emisiones de los cigarrillos electrónicos generalmente contienen nicotina y otras sustancias tóxicas que son nocivas tanto para los usuarios como para los no usuarios expuestos a los aerosoles ajenos”.

Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) emite cada vez más alertas (hay 10 publicaciones sustentadas en estudios) sobre el riesgo para la salud de esta moda que se ha tomado escuelas, colegios, restaurantes, oficinas y otros espacios, las ofertas del vapeo amenazan con normalizar la presencia de estos vapores tóxicos sin control.

Cifras de la Organización Mundial de la Salud advierten que los promotores de este negocio ofrecen más de 16 mil sabores atractivos, utilizan dibujos animados y tienen diseños elegantes, incluso algunos se asemejan a juguetes y juegos, que atraen a los más jóvenes, a través de redes sociales y otros medios de publicidad.

Actualmente, 21 países de las Américas regulan de algún modo los sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN), como los cigarrillos electrónicos y los vapeadores. Ocho de ellos (Argentina, Brasil, México, Nicaragua, Panamá, Suriname, Uruguay y Venezuela) prohíben su venta, y los otros 13 han adoptado parcial o totalmente una o más medidas regulatorias, aunque sin un enfoque común. En tanto, 14 Estados siguen sin prohibirlos o regularlos. OPS

Organización Panamericana de la salud

En 88 países no se ha fijado una edad mínima para comprar cigarrillos electrónicos y 74 países no cuentan con normas que reglamenten estos productos nocivos, entre ellos Colombia.

En Bogotá, el concejal Rolando González García, ya logró empezar el trámite de un proyecto de acuerdo que busca promover en la ciudad entornos colectivos para el goce de un ambiente libre de aerosoles, tal como se hizo con el cigarrillo para lograr espacios libres de humo.

Proyecto por el cual se dictan lineamientos para la prevención y disminución del uso de los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN), Productos de Tabaco Calentado (PTC) y Productos de Nicotina Oral (PNO) en Bogotá D.C.

Título del proyecto en trámite en el Concejo de Bogotá

El proyecto fue aprobado en primer debate en comisión y debe pasar a segundo debate en la plenaria del Concejo. Se trata de un primer paso para hacerle seguimiento al tema y promover que, así como hoy hay espacios libres de humo, también se puedan lograr espacios libres de vapores en Bogotá.

Lo cierto, hoy, es que las empresas que comercializan el vapeo, amparadas en la falta de regulación y control y han construido un discurso de aceptación social o incluso terapéutico.

Hasta ahora, se escuchan poco las alertas de la Organización Mundial de la Salud cuando advierte que:

  • Se ha detectado que algunos productos para vapear de los que se afirma que carecen de nicotina contienen nicotina.
  • Existen crecientes indicios de que los cigarrillos electrónicos podrían estar asociados con lesiones pulmonares.
  • El uso de cigarrillos electrónicos aumenta casi al triple el consumo del cigarrillo convencional, especialmente entre los jóvenes no fumadores.
  • Hay un aumento alarmante del uso de cigarrillos electrónicos entre niños y jóvenes, con tasas que en muchos países superan las tasas de uso de los adultos.
  • Los datos científicos revelan que estos productos son perjudiciales para la salud y no son seguros.

En sentido parecido se ha pronunciado la Organización Panamericana de la Salud cuando señala puntos claves para alertar sobre el peligro:

  • Vapear genera adicción.
  • Usar cigarrillos electrónicos no sirve para dejar de fumar.
  • Está prohibido vapear en espacios públicos cerrados.
  • Cuando se vapea, se emiten sustancias tóxicas y cancerígenas.
  • Los desechos de los cigarrillos electrónicos aumentan la contaminación ambiental.
  • No está demostrado que vapear tenga menos riesgo que fumar.
  • Está comprobado que vapear aumenta el riesgo de infarto agudo del corazón, accidente cerebrovascular (ACV) y enfermedades pulmonares agudas y crónicas.

Si bien no se conocen cabalmente los efectos en la salud a largo plazo, sí sabemos que generan sustancias tóxicas, algunas de las cuales son cancerígenas y otras aumentan el riesgo de trastornos cardíacos y pulmonares.

Los sistemas electrónicos de administración de nicotina también se han relacionado con una serie de lesiones físicas, incluidas quemaduras por explosiones o mal funcionamiento, cuando los productos no tienen el comportamiento esperado o son manipulados por los usuarios.

La exposición accidental de los niños a los líquidos electrónicos de los cigarrillos electrónicos plantea riesgos graves, ya que estos dispositivos pueden tener fugas, o los niños pueden ingerir el líquido electrónico venenoso.

La OMS considera preocupante el hecho de que estos productos hayan sido permitidos en el mercado abierto como productos de consumo y se comercialicen insistentemente entre los jóvenes.

ediariocol2020@gmail.com

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