Cuando ser persona mayor se convierte en un ejemplo
Blanca Libia Osorio, a sus 63 años, aprendió sobre sus emociones y sentimientos; hizo ejercicio, participó en talleres, se enteró que tiene derechos y deberes y, sobre todo, recuperó la alegría y las ganas de sonreírle a la vida.
Todos estos procesos, Blanca Libia los vivió en compañía de 47 personas mayores quienes recibieron capacitación del Centro Día Caminos de Vida de Kennedy, además de participar en talleres lúdicos que les permitieron trabajar emociones, sentimientos, identidad, cuerpo y las situaciones que viven en la cotidianidad.
“Algunas de las personas mayores que llegan al servicio han sido afectadas por temas de maltrato, son desplazados, víctimas del conflicto armado, agresión por parte de sus parejas, entre otras”, explica Carlos Castañeda, profesor del Centro Día.
Blanca Libia junto con su esposo ingresaron al servicio del Centro Día Caminos de Vida de la Subdirección Local de Integración Social de Kennedy. Mientras participaban en el proceso, su esposo falleció debido a la actual pandemia por el COVID-19. “Recibí mucho apoyo de todos en el Centro Día, me ayudaron a superar la pérdida de mi esposo, de mi gran compañero; de no haber estado en el grupo, pienso que no hubiera podido hacer llevadera mi vida”, afirmó Blanca.
Blanca se ha dedicado toda la vida a las costuras. Nunca antes hasta la fecha, se había tomado el tiempo para participar en una capacitación que la hizo reflexionar sobre la vida y la posibilidad de seguir activa en la vejez.
“Aprendimos a valorarnos como adultos, que teníamos derechos y deberes. Nos divertimos mucho, hicimos ejercicio, disfrutamos de bailes, actuaciones y actividades colectivas que nos ayudaron a armar redes sociales de apoyo”, destaca Blanca Libia.
“Cuando las personas mayores terminan los procesos de formación, como acaba de ocurrir en el Centro día Caminos de Vida, los participantes están empoderados, saben qué hacer, dónde acudir, cómo manejan su cuerpo, sus enfermedades, sus hábitos de vida saludable, sus emociones, sus sentimientos y a dónde acudir cuando sus derechos están siendo vulnerados”, dijo el profesor del Centro Día.
Los participantes del proceso de formación, en una ceremonia de graduación recibieron el reconocimiento por parte del Centro Día Caminos de Vida de Kennedy, destacando su compromiso y dedicación durante todo el proceso de formación.
“Son personas que hoy son más felices porque desarrollan su cultura, su recreación, su componente físico, emocional y cognitivo. Ahora reafirman su rol para la sociedad y así como en otras culturas reconocen a las personas mayores, con este grado quisimos brindarles un reconocimiento”, aseguró Elizabeth Fuentes Murillo, subdirectora Local de Integración Social de Kennedy.
Para el 2022 se preparan nuevos talleres que hacen parte del componente de desarrollo humano en el compromiso que tiene la Secretaría Distrital de Integración Social con el envejecimiento activo de una Bogotá Cuidadora e Incluyente.
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