¿Qué tan razonable es que una empresa privada, con permiso de las autoridades ambientales, explote comercialmente una fuente de agua en el municipio de La Calera, vecino a la capital, pagando 70 veces menos de lo que le costaría el líquido si su planta estuviera en Bogotá?
Esa es la polémica que rodea la concesión que desde hace 40 años la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) otorgó para que la planta Coca- Cola Femsa explotara el agua de la quebrada San Lorenzo, en el municipio de La Calera (al oriente de Bogotá), que se vende embotellada.
La polémica la desató a mediados del 2024 el concejal de Bogotá José Cuesta, en medio del racionamiento de agua impuesto por la alcaldía de la capital por la reducción del nivel de los embalses de donde se surte la ciudad, debido a la escasez de lluvia.
La medida restrictiva afecta a los residentes de Bogotá y a los de los municipios vecinos a los que el acueducto de Bogotá les vende el agua potable, entre ellos La Calera.
Según el concejal Cuesta, la empresa Coca- Cola capta al año 256.600 millones de litros de agua de la quebrada San Lorenzo. “Es agua completamente pura, de manera que lo único que hace Coca Cola es poner el tubo, recoger, envasar, distribuir y cobrar. ¿Y cuánto cobra por esos 256.600 millones de litros que explota de las aguas cristalinas de la quebrada San Lorenzo?: le entrega al año 226.900 millones de pesos de utilidades”.
Cuesta dijo en su denuncia que Coca-Cola le pagó a la CAR 600 mil pesos por la explotación en el 2016 y el monto subió a 4 millones en el 2022. El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, aseguró que, según las cifras disponibles, el valor actual que paga la empresa privada es de 11 millones de pesos al año.
Y aunque aseguró que ese valor es 70 veces menor al que la empresa privada tendría que pagar si la planta estuviera en Bogotá, advirtió que esa explotación de la quebrada San Lorenzo de La Calera no tiene ninguna relación con el racionamiento que se viene aplicando.
Además, afirmó que no es competencia de Bogotá dirimir el tema porque es un asunto que maneja la autoridad ambiental, es decir, la CAR.
Así se surte el agua de Bogotá
Históricamente, Bogotá se surte de fuentes de agua que están en Cundinamarca, entre las que no está incluida la quebrada San Lorenzo. Bogotá capta el agua en Cundinamarca, mediante embalses, y la trata y distribuye a casi 10 millones de habitantes. Son entre 16 y 17 litros por segundo. También les vende el agua tratada a municipios vecinos, entre ellos La Calera.
Hecha esta claridad, la polémica por la concesión a Coca- Cola sigue vigente porque la CAR debe renovar la concesión y hasta ahora ha guardado silencio sobre el tema. Lo clave es que debe decidir si mantiene los mismos valores que Coca-Cola viene pagando por tomar el agua de la quebrada San Lorenzo.
El concejal Cuesta defendió la validez de su denuncia en el hecho de que, de los 35 mil habitantes que tiene la Calera, solo el 70 por ciento se surten de agua del acueducto municipal y el resto dependen del agua que les vende Bogotá mediante el método de venta en bloque.
En su opinión, el agua del municipio de La Calera, incluida la quebrada San Lorenzo, tendría que ser exclusivamente dedicada a garantizar el abastecimiento del derecho del agua potable de todos sus habitantes.
“Si eso sucede así, inmediatamente nosotros (Bogotá) dejamos de vender, a través del acueducto, como Bogotá, el agua necesaria para el 30 por ciento, y eso nos permitirá redistribuir esos recursos acuíferos para, seguramente disminuir la situación de estrés hídrico que tiene la ciudad de Bogotá”. Con estrés hídrico se refiere al bajo nivel de los embalses por la escasez de lluvias y al racionamiento que se viene aplicando para evitar un desabastecimiento del líquido.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) tiene en sus manos dirimir el conflicto que se ha generado por la explotación del agua de la quebrada San Lorenzo. En la entidad han dicho que estudian el tema y que, a enero 20 del 2025, no han tomado una decisión.
