Depresión, la pandemia del siglo XXI, según OMS
Por Catalina Torres León
Población entre 20 y 50 años de edad, principal franja de discapacidad laboral en el mundo, pronostica la Organización Mundial de la Salud para 2020.
Y mucha gente que falta a sus deberes, al trabajo, los estudios, no sabe el por qué de su malestar y se llega a confundir con pereza, con mucha tristeza, pues es poca la atención que se da a las enfermedades emocionales y mentales, y hasta en ocasiones se piensa que es preferible ocultarlas por la vergüenza de ser tildado de loco.
Según algunas estimaciones, 1 de cada 10 personas en América Latina la padecen. En Colombia, se han prendido las alarmas en este inicio de año por el reporte diario de noticias que dan cuenta del suicidio –la OMS revela que, en todo el mundo, 1 millón de depresivos terminan con su vida por esta causa- de médicos, policías, mujeres, jóvenes, en el país, al igual que la admisión de algunos personajes públicos de atravesar por este “Trastorno Depresivo Mayor” como se conoce en psiquiatría, la depresión.
¿Cansancio real o pérdida de la ambición en la vida por todas las cosas?
La depresión es mucho más que una tristeza e incluso a veces se utiliza el término de manera banal para referirse a los “bajones anímicos”. En realidad, además combina irritabilidad, falta de concentración, insomnio, desesperanza, pesimismo, ansiedad, ira congelada…que se enmascara con síntomas orgánicos -cefaleas, gastritis o contracturas musculares- que, según la psiquiatría, se trata de somatizaciones, es decir, la aparición física del malestar emocional.
Reconociendo síntomas en quienes la han padecido… “Yo llegue al grupo de apoyo muy deprimido, con mucha angustia, miedo y ansiedad, no tenía deseos de hacer nada, veía la vida monótona y aburrida…”
“En el tiempo en que pedí ayuda emocional me sentía muy cansada, no podía levantarme temprano ni trabajar, sentía una total ausencia de fuerzas para luchar”. “Me costaba mucho trabajo caminar; aunque siempre he sido ligera, sentía como si pesara mucho, como si mi cuerpo no obedeciera las órdenes de mi cerebro”. “Tenía cuatro años de estar encerrado en mi casa, me sentía deprimido, triste, sin fuerza y con muchos deseos de dormir.
Los Puntos de vista, médicos, psiquiátricos, científicos, espirituales, etc, sobre el tema son varios, desde origen físico, hasta atribuirlo al estrés, la vida moderna, etc. El doctor Miguel Ekizian, médico psiquiatra y psicoterapeuta explica: “En algún momento de la vida es esperable que una persona pueda estar deprimida y tener las funciones psíquicas en baja, en especial la atención, la concentración, el humor y desarrollar un pensamiento hacia adentro, como una introversión. Esto puede suceder por diversas causas.
Algunas de ellas pueden tener un origen psicológico como una pérdida reactiva, que vulgarmente conocemos como “el duelo” y es esperable”.
De otro lado, todo tiene su causa. Una fuerte depresión no aparece de improviso sin ninguna razón. Según la Revista “Salud Mental” (Volumen1, numero1):” Si verdaderamente examinamos la depresión buscando las razones de esta, seguramente descubriremos mucha autocompasión, resentimientos, ira, culpar a otros, y otras situaciones y emociones similares…”
Lo cierto es que todos coinciden en que se trata de una enfermedad incapacitante, que debe ser diagnosticada y tratada porque es real, progresiva y mortal. Afortunadamente, es curable y existen desde tratamientos psiquiátricos, con medicamentos, hasta grupos de autoayuda que han demostrado con su experiencia, ser una efectiva alternativa de solución.
Catalina Torres León, periodista especializada en salud mental.
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