Especiales Chapinero

Chapinero se visibiliza en la prevención de la violencia intrafamiliar

La Alcaldía de Chapinero formó y sensibilizó a 903 personas de todas las edades de la localidad en prevención de la violencia intrafamiliar y sexual y en la retribución que la sociedad les debe a las personas cuidadoras.

‘Ámate, quiérete y cuídate’. Ese fue el nombre que María Elisa Puentes Mariño le dio a una propuesta en un laboratorio de presupuestos participativos para que a las familias de barrios como San Luis y San Isidro, de Chapinero, les enseñaran sobre violencia intrafamiliar y sobre cómo retribuir el trabajo de las personas cuidadoras.

Y lo logró. Su idea fue incluida por la alcaldía local en el proyecto 1710, gracias al cual, entre mayo y septiembre de este año, en diez jornadas de sensibilización, formación y orientación, 903 personas de Chapinero aprendieron a defender sus derechos y los de las personas con las que conviven en sus familias, colegios y barrios.

De las 903 personas beneficiadas, María Elisa convocó a 50 de los barrios de su entorno, que tuvieron dos días de actividades y sensibilización. “Queríamos enseñarles a las mujeres que hay cosas que no creemos, pero son violencias, que hay violencia económica, sicológica, física y sexual”, explicó Elisa, cuidadora de tiempo completo de sus padres mayores.

“Ser cuidador no es fácil. Llegamos al punto de que nos descuidamos nosotros mismos por estar cuidando a la otra persona. Es la primera vez que yo pasaba una propuesta de este estilo y me sentí más que feliz y realizada de ver que habíamos podido beneficiar a tantas personas”, comentó.

Luz Myriam Lozada, de 64 años, del barrio Pardo Rubio, también hizo una propuesta en una reunión de personas mayores. La tituló ‘El buen trato sin límites’. No ocultó la satisfacción de que la incluyeran en el proyecto 1710.

“Tuvimos dos encuentros, uno en el salón comunal del barrio, donde nos hablaron de la violencia, de autocuidado del adulto mayor, de personas con discapacidad, de madres cabeza de hogar y nos llevaron a un spa. Yo aprendí a estar bien siempre con todo el mundo y ayudar en lo que más se pueda a las personas”, dijo al comentar su experiencia como promotora y participante.

Durante las jornadas, las personas beneficiadas trabajaron en sesiones individuales y grupales, orientadas por expertos, en talleres, dramatizaciones y actividades lúdicas de sensibilización como ‘Vamos por el buen trato sin límites’, ‘El árbol del buen trato’, ‘El dado de la convivencia’, ‘El buzón del afecto’ y ‘Termómetro del buen trato’.

Esos ejercicios les permitieron reflexionar sobre la violencia en las familias, cómo identificar sus distintas manifestaciones cuando se presentan, sobre sus roles como personas cuidadoras y cuáles son las herramientas que ofrece la ciudad para defender sus derechos y denunciar las violencias.

Todos los grupos poblacionales tuvieron un espacio en este proyecto en el que se trabajó en prevención de violencia en el contexto familiar y violencia sexual, prevención de la violencia sexual con énfasis en promoción de derechos humanos, sexuales y reproductivos, salida de integración de familias, celebración por las personas mayores, inclusión y prevención del abuso sexual de niños, niñas y adolescentes y prevención por el buen trato.

Gracias a este trabajo, las personas participantes identificaron fortalezas familiares, reflexionaron de manera lúdica sobre comunicación, roles y resolución de conflictos, reconocieron los tipos de violencia en el hogar y propusieron alternativas de solución respetuosa, compromisos de convivencia positiva y mensajes de gratitud y reconocimiento entre los miembros de la familia.

“En general, esta experiencia fortaleció el diálogo, la participación y el compromiso colectivo hacia una vida familiar basada en el respeto, el afecto y la corresponsabilidad”, explicó la alcaldía de Chapinero, que impulsó estas jornadas por cifras como los 226 casos de violencia intrafamiliar que se registraron en el 2023 en la localidad, la mayoría de los cuales afectaron a mujeres, jóvenes y niñas, o como las reportadas entre enero y abril del 2024, con 264 mujeres víctimas de violencia.

Las jornadas incluyeron actividades de desconexión para las mujeres cuidadoras que, por unas horas, se liberaron de su rol y pudieron disfrutar de espacios en los que ellas recibieron los cuidados que nunca tienen por estar dedicadas a las demás personas.

Una de las actividades fue una sesión de spa y relajación orientada al autocuidado y a favorecer su bienestar físico y emocional, en la que las participantes disfrutaron de espacios como sauna, turco, yoga, jacuzzi, bambú terapia, masaje relajante e hidratación facial.

“No tengo palabras para decirlo, porque yo me sentí como que me hubieran quitado 10 buldóceres de mi cuerpo, yo me siento cansada mentalmente y fue algo maravilloso”, contó Gloria Patricia Franco, una mujer que lleva 33 años siendo la cuidadora de su hijo, que depende totalmente de ella para vestirse, bañarse, alimentarse y asistir a sus citas médicas.

“Él tiene discapacidad múltiple, presenta epilepsia asociada a espasticidad (rigidez anormal de los músculos) y retardo mental severo”, explicó Gloria que dedica 7-24 de su tiempo al cuidado del joven. “Yo tengo 56 años, pero me siento de 80, parece que hubiera cuidado como 20 hijos”.

Como ella, otras personas cuidadoras participaron en la jornada que les reforzó el mensaje de la importancia de cuidarse así mismas como base para construir relaciones de confianza sanas y respetuosas.

Jóvenes, niñas y niños también participaron

También se realizó una Feria de Sexualidad y Autocuidado en la que estudiantes de décimo grado, en seis estaciones lúdicas y dinámicas, exploraron mitos sobre la sexualidad, decisiones informadas, prevención de embarazos no deseados, maternidad y paternidad tempranas y violencia sexual.

Del ejercicio hizo parte una obra de teatro educativa que permitió abordar de manera creativa e intergeneracional el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos y un mural colectivo en el que se expresaron y construyeron los saberes que ayudaron al empoderamiento juvenil.

Además de sensibilizarlos sobre una temática que los atañe en esa etapa de su vida para promover una sexualidad libre y consciente, los jóvenes fueron preparados para convertirse en multiplicadores de los aprendizajes en sus entornos.

Las niñas y los niños también tuvieron su espacio con música, títeres y magia que estimuló su imaginación, fomentó su autoestima y les permitió disfrutar, sentirse parte del espectáculo y participar en actividades en las que celebraron la diversidad, reforzaron la confianza y fortalecieron lazos sociales en sus comunidades.

En otra jornada, actividades lúdicas les ayudaron a entender las situaciones en las que deben decir ‘¡Alto! No me gusta’ y ‘La caja de las emociones’, para decir no a conductas inapropiadas y entender lo que significa el respeto, la empatía, el autocuidado y la prevención.

Atención y asesoría familiar

Durante el periodo también se realizó orientación y asesoría familiar, con el enfoque ‘La familia es para cuidarla’.

En el proceso, 30 familias recibieron apoyo en asuntos relacionados con personas mayores, conflictos intrafamiliares, casos del síndrome del cuidador para el que aprendieron técnicas de manejo de estrés y actividades de respiro y descanso, crianza positiva y en general comunicación asertiva, manejo del duelo y del perdón, construcción de proyecto de vida, autocuidado y afrontamiento de conflictos.

Se trató de una estrategia de bienestar emocional, que incluyó una caminata ecológica guiada, juegos de mesa, dinámicas de integración, espacios de relajación mental y corporal y actividades lúdicas al aire libre que permitieron trabajar el fortalecimiento de las relaciones familiares, la reducción del estrés, la promoción de la cultura del cuidado, la convivencia sana y el disfrute del tiempo libre como parte del desarrollo familiar y comunitario.

Además de los diferentes espacios en los que todos los grupos de edad participaron, las personas mayores de las UPZ San Isidro Patios y Pardo Rubio tuvieron su espacio para reflexionar sobre el cuidado digno, la participación ciudadana, la salud integral y el acceso a servicios y la garantía de sus derechos en el proceso de envejecimiento. Todas y todos entregaron aportes para la construcción de la nueva Política Pública Social para el Envejecimiento y la Vejez en Bogotá.

Jornadas de posicionamiento local

Como parte del proyecto se realizaron jornadas de posicionamiento local que permitieron aprovechar fechas emblemáticas para hacer prevención de la violencia intrafamiliar.

  • Celebración por las personas mayores
  • Celebración por la inclusión de niños, niñas y adolescentes
  • Prevención del abuso sexual de niños, niñas y adolescentes
  • Jornada para la promoción del Buen Trato (Día de la familia)

Cifras destacadas de las jornadas

  • Componente 1. Prevención de violencias en el contexto familiar y violencia sexual: 203 personas beneficiadas.
  • Componente 2. Orientación y asesoría familiar: 95 personas (30 familias) beneficiadas.
  • Componente 3. Posicionamiento y promoción del buen trato en jornadas locales: 665 personas beneficiadas.

Elaborado por: E-DIARIO

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